INVOCACION

Oh, Dios de la vida, de la justicia y del amor que inspiras a todos los seres a buscar la vida y la plenitud. En ese afán, unos salen vencedores y otros derrotados.

Danos hoy el Espíritu para tomar conciencia y acción para recrear la patria, el país, la nación. A modo de salir de todos los errores que generaciones anteriores y presentes han cometido. Como, por ejemplo, desconocer que la tierra tiene derechos.

Comprender que la patria no se puede pretender que sea la suma de todos los egoísmos de sus habitantes sino, todo lo contrario, ha de ser la suma de la solidaridad de cada uno.

Hoy, al estar aquí, oh Dios de la vida, ensancha nuestro espíritu y que se llene de paz y de amor por todos los seres por los que se expresa la tierra. Que no busquemos ser dueños de nada ni de nadie y si, excelentes administradores cuyo fin  sea dejar todo lo que tocamos en un estado mejor para las próximas generaciones.

Que aprendamos de ti, Oh Dios de la vida, que todo lo sigues recreando todo sin cesar, como ahora, la primavera.

Al pensar en la fundación de la Patria, que consideremos que lo más importante es la refundación  y hacer todas las cosas nuevas para contribuir a que el planeta se salve. Infunde en cada uno el respeto y la dedicación de nuestra vida por el engrandecimiento de la Patria.