Una nueva
Constitución para Chile: el Programa de la Nueva Mayoría
Chile merece que el texto constitucional vigente
reconozca y se base en un sistema plenamente democrático; y que
recoja las normas y principios de derechos
humanos reconocidos en Chile y en el ámbito internacional, en toda su
extensión.
El Pueblo Chileno merece que la
Constitución Política reconozca y garantice sus derechos.
La idea que recorre el texto actual, aún con
las modificaciones que se le han efectuado, está sustentada
en una desconfianza a la soberanía popular; de allí las diversas
limitaciones a la voluntad popular mediante los mecanismos
institucionales de contrapesos fuertes a dicha
voluntad, siendo el ejemplo más evidente el mecanismo de los quórum contra
mayoritarios para la aprobación y modificación de las leyes
importantes. Ello no es propio de un sistema democrático; contribuye a la
deslegitimación del sistema político; y actualmente constituye un freno
al desarrollo del país, y a su gobernabilidad.
Este déficit no ha sido superado no obstante haberse
planteado por las fuerzas políticas democráticas, desde los orígenes de
la Carta Política; y la permanencia de este déficit explica hoy, en
parte, una crisis de legitimidad y eficiencia de las instituciones y del
sistema político.
Chile debe reencontrarse con sus
tradiciones republicanas y dar origen a la Nueva
Constitución, en la que confluyan las tradiciones
constitucionales liberal, democrática y social y que sea fruto de
un auténtico consenso constitucional.
El reclamo por una nueva Carta Fundamental no
es un prurito de especialistas ni la obsesión de élites sobre
ideologizadas. Es un objetivo planteado desde larga data por sectores
democráticos; y levantado actualmente por una gran cantidad de
organizaciones políticas, sociales, juveniles, regionales, sindicales, de
género y representativas de pueblos indígenas; basada en los cuestionamientos
antes referidos.
De esta manera, basada en una fuerte convicción
democrática, se recoge la demanda nacional por una Nueva Constitución Política
para Chile a impulsar en un proceso democrático, institucional y participativo
que permita alcanzar este propósito.
La Nueva Constitución Política deberá sustentarse en
nuestras mejores tradiciones democráticas; en el desarrollo doctrinal y
experiencias de las democracias modernas del mundo occidental; y en
el conjunto de derechos, principios y normas plasmados en el derecho
internacional de derechos humanos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario